No se puede amar a Dios sin amar a los pobres

DILEXI TE: Una obra iniciada por Francisco y retomada por León XIV.

En el rostro herido de los pobres encontramos impreso el sufrimiento de los inocentes y, por tanto, el mismo sufrimiento de Cristo

Santo Padre León XIV

En los cinco capítulos de la exhortación apostólica Dilexi te, León XIV denuncia las desigualdades entre ricos y pobres, cómo los más poderosos continúan beneficiándose de la explotación de los pueblos más desfavorecidos, y cómo esa pobreza también tiene su reflejo en “el sufrimiento de los inocentes”, con “una economía que mata”, que se ceba especialmente en la violencia contra la mujer, que hace del hambre un arma de guerra y que fomenta la falta de equidad, también, en la educación.

Documento firmado el 4 de octubre, festividad de San Francisco de Asís, el Pontífice agustino sigue los pasos de sus predecesores:

Juan XXIII, Pablo VI, Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco:

Juan XXIII, con su llamamiento a los países ricos en Mater et Magistra para que no permanecieran indiferentes ante los países oprimidos por el hambre y la miseria (83)

Pablo VI, con la Populorum progressio y su intervención en la ONU “como abogado de los pueblos pobres”

Juan Pablo II, que consolidó doctrinalmente “la relación preferencial de la Iglesia con los pobres

Benedicto XVI y la Caritas in Veritate, con su lectura “que se hace más marcadamente política” de las crisis del tercer milenio.

Francisco, que ha hecho del cuidadopor los pobres” y “con los pobres uno de los pilares de su pontificado.

Marcar como favorito enlace permanente.

Comentarios cerrados.