El Bautismo de Jesús, evoca nuestro propio bautismo
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Cuando Cristo se puso en fila para esperar su turno de ser bautizado, seguramente Juan Bautista no sabía que hacer. Llegó el Mesías delante de él y pidió el bautismo. El Bautista exclamó: “Soy yo el que necesita ser bautizado por ti, ¿tú vienes a mí?” (Mt 3,14).
En el bautismo de Cristo se manifestó como Mesías, pues fue ungido con el Espíritu Santo. Jesús se llenó del Espíritu Santo y se oyó la voz de Dios complaciéndose en su hijo.
Jesús vive una experiencia única, lleno de alegría se entrega al Padre se siente ungido y enviado.
Por medio del bautismo se da una misión a cada bautizado. Tiene que ser OTRO CRISTO. Esta misión es propia de todo bautizado que en ese momento se convierte en sacerdote, profeta y rey, y que como Jesús debe continuar la misión de servicio en la Iglesia.
En nuestra Parroquia el día 8 de enero tienes una cita en cada Eucaristía para recordar tu propio Bautismo, y renovar las promesas que un día hicieron tus padres y padrinos en tu bautismo.
En la Misa de 11,30 se ofrecerá por los 18 niños bautizados en el año 2011.